- 16 jun 2019
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A. Belinchón (corresponsal en Bruselas). Situado en pleno corazón de Bruselas, el barrio de Les Marolles asoma entre la estación de Midi y el popular palacio de Justicia, uno de los edificios de piedra más grandes del mundo. Les Marolles es uno de los rincones más multiculturales de Bruselas, donde se ha ido asentando una gran parte de la población migrante -especialmente española- a lo largo del siglo XX.

Un proyecto piloto de inversiones urbanas impulsado por el Ayuntamiento de Bruselas está transformando el entramado urbanístico y social del barrio. Este programa, conocido en francés como “Contrat de Quartier Durable” (Contrato de Barrio Sostenible), tiene como objetivo la restauración de edificios y la reactivación de inmuebles cerrados con fines económicos, educativos, sociales y culturales.
El arte y la diversidad forman parte del ADN de este barrio, por lo que muchas de estas operaciones inmobiliarias y renovaciones de espacios públicos están dirigidas a promover el empleo local y a promocionar el talento artístico de los “marolliens” (gentilicio francés del barrio).

Pero ni Les Marolles ni Bruselas escapan a la gentrificación, un fenómeno que afecta de lleno a la mayoría de las capitales europeas. La irrupción de la plataforma online Airbnb y la constante subida del precio de los alquileres están desplazando a las clases más bajas del barrio a zonas más periféricas.
No obstante, la promoción de viviendas sociales desde el Ayuntamiento parece estar paliando en parte de los efectos negativos de esta gentrificación. Además, los vecinos, que se organizan en espacios colectivos, y las comunidades de artistas están sacando el máximo partido a estas iniciativas culturales y siguen peleando para que Les Marolles no deje de ser uno de los barrios más auténticos de Bruselas.